lunes, 19 de mayo de 2008

... y así pretendemos formar conciencias críticas?!!!

Conciente o no todos, en el transcurso de nuestras vidas, buscamos definir nuestra identidad.
Nuestros padres nos bautizan con un nombre y así nos particularizan dentro de la familia, la idea es ser únicos, independientes que llevemos el nombre del tata y seamos fulanito segundo, somos distintos al tata. En el jardín nos llaman por nuestros nombres e inclusos a veces nos apodan y nos definen aun más, la flaca, el negro, la chica, etc. algunos de cariños, otros en burla. Así y todo nos siguen definiendo.
En lo personal, durante la escolaridad siempre me llamaron por mi nombre, es realmente un agrado, porque sabes que te conocen, que te destacas por algo, aunque sea por rayar una mesa o caerte en medio del recreo, pero te definen y colaboran con tu autodefinición.
No obstante, a cuatro años de haber dejado el colegio y terminado la universidad, donde para la administración eres un rut, pero para la mayoría de tus profes y compañeros eres una persona (al menos es mi caso, supongo q generalmente no es así) he conocido el lado b, c , d , e incluso z.

Todos piden que te definas. En todo sentido, nominal, sexual, etareo, educacional, vocacional, laboral y bla bla blá. Pero hoy quien ayuda a particularizarnos si somos tantos.
Eres un número… desde la media. Y lo más irónico es que mi primera experiencia laboral profesional -supuestamente el templo de la educación-, me lo enseñó, (lo bueno es q salí de la burbuja antes).
Mi estimado domo de trabajo en nada ayuda a la definición. Esos muchachos son un número en la entrada, en la clase, en el patio y en la salida, su vida, su ser y existencia se reduce a un simple par de dígitos.
Cómo buscamos un mundo mejor si no ayudamos desde la edad de definición a definirlos, aunque suene majadero. Y ellos no son tontos, pueden ser cualquier cosa, en el buen sentido de la palabra, menos tontos; son concientes que para la mayoría del inventario docente y paradocente (con ciertas excepciones, claro) sólo son un numerillo, y por eso buscan diferenciarse, buscan llamar la atención, con la camisa afuera, con el pelo largo, con el choro caminar, con los pantalones abombachados y una pila de estilos que si no los ves… no los crees.
Son tantos y realmente cuesta aprenderte todos los nombres… pero hay que poner solo una pizca de esfuerzo para conseguirlo, para definirlos, diferenciarlos porque, gracias a los dioses existe la diferencia y eso hace más entretenida la pega.
No pidamos seres críticos, conscientes y comprometidos con la realidad si no somos capaces de conocerlos, de enseñarles con el ejemplo la importancia de la otredad. Mejor que pedir es aplicar, es la mejor forma de educación que existe, después de todo la práctica hace al maestro. Y un profesor que no deja huella en sus alumnos, nada de maestro tiene.

PD: Con definición no apelo a la individualidad, sino a la creación de la persona en su más puro sentido, ese que explica el rol que jugamos en esta vida, el papel que tenemos en la construcción de nuestro obrar y por ende en nuestro destino

PD2.: Me reservo el nombre del establecimiento, porque solo es un ejemplo de la realidad que se da en todo el país y porque no decirlo, en todo el mundo, además es el lugar que me nutre de experiencias.

2 comentarios:

Emil dijo...

Saludos!

Antes que nada Gracias por los comentarios
He publicado otra de mis poesías espero que te gusté.

-leeré tus publicaciones y dejare mis comentarios en cada una de ellas.-

-te visitare seguido.-


Atte Emil
=Eterna Vigilia=

A n d r é s. dijo...

Ola.

Muy lindo tu blog...nada mejor que tomar papel y lápiz y aprestarse a escribir y desahogarse...

un saludo

y estaré leyendo...

adiós.